Approved Reseller
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Hace poco más de un año, les presentábamos la empresa mexicana LAIDETEC y su propuesta de construir más robots humanoides, los cuáles se pudiesen integrar en distintas actividades cotidianas, como la danza o participar en mesas de diálogo y conferencias. De hecho, uno de sus prototipos llamado Centurión fue incluido en la planeación de diversas estrategias para integrar robots en talleres de tecnología en la alcaldía de Milpa Alta, CDMX. Por mencionar otro ejemplo, su robot ANUVA estuvo presente en ciertos performances artísticos, con la finalidad de difuminar las brechas entre arte y tecnología.
Recientemente, Elon Musk anunció su próximo dispositivo futurístico, el denominado Tesla Bot. Se trata de un robot humanoide con una altura de unos 170cm y un peso de poco menos de 60kg, con 40 actuadores electromecánicos y características humanoides bien definidas, como manos y pies. Este robot usa una pantalla en vez de tener características humanas, como ojos o boca. Está construido con materiales muy livianos y, según se menciona, busca realizar tareas “riesgosas, repetitivas o aburridas”. Otra característica clave del nuevo robot será el uso de Inteligencia Artificial para aumentar la complejidad de sus funciones.
Tomando en cuenta la gran capacidad de Tesla de producir innovaciones tecnológicas, como vehículos autónomos o recuperar cohetes espaciales, no será raro ver en unos cinco años una mayor integración de robots humanoides en nuestra vida cotidiana. Podrían emplearse primeramente para tareas simples, pero a medida que se vuelvan más sofisticados, podrían reemplazar tareas técnicas o de servicios más complejos. Y quien sabe, puede que en lugar de enviar seres humanos a las primeras misiones al espacio, se empiece a recurrir de este tipo robots que simulen ciertas condiciones específicas.
Es difícil vislumbrar que propósito se le puede dar a este tipo de robots, ya que generalmente se diseñan para levantar cargas más pesadas, realizar tareas repetitivas con mayor velocidad o tener acceso a lugares a los que no podemos acceder. La intención de muchos de los diseños hasta ahora buscan integrarse en el mercado de servicios, como asistentes en hospitales, dentro de hoteles ofreciendo información o sirviendo comida en restaurantes.
Otro aspecto que vuelve complicada la integración de estos dispositivos es la aceptación de las personas. El efecto que tiene que un robot sirva tu comida o atiende a un cirujano en un hospital puede inquietar a cierto público, por lo que puede que no tenga la misma adopción que un brazo robot convencional. La interacción con la mayoría de los robots actuales sigue siendo algo primitiva, con algunas excepciones cuando la IA funciona correctamente.
El uso de inteligencia artificial, que es típico en diseños recientes, puede sugerir un problema ético para algunas personas. Tomando como ejemplo la robot Sophia, que utiliza inteligencia artificial y un motor de búsqueda para mejorar sus respuestas con el tiempo, suscitó tanto comentarios positivos como negativos, algunos de los cuales apuntaban que permitirle aprender de cualquier parte (por ejemplo películas cómo El padrino) podría llevar a riesgos contra otros seres humanos. El desarrollo de este tipo de robots también implica replantear ciertas definiciones legales, por ejemplo por la ciudadanía saudí otorgada Sophia.
El desarrollo de robots humanoides avanza a pasos agigantados, por lo que es probable que en poco tiempo veamos algunos ocupando funciones de servicio. El inicio de esta década depara muchos avances insospechados, sobre todo por parte de Tesla. Aún es un poco apresurado para hablar de los riesgos que pueden implicar estos robots; sin embargo, la gran complejidad con la que pueden maniobrar es suficiente para advertirnos que hay que ser cuidadosos de lo que pueden lograr.
Referencias:
Elon Musk unveils Tesla Bot, a humanoid robot that uses vehicle AI